MÉDICOS REALIZAN ASAMBLEA EN EL HOSPITAL PROVINCIAL DE RÍO TERCERO

A tono con lo que está ocurriendo en diferentes puntos de la provincia, el Hospital de Río Tercero ha tenido asamblea hoy de 10 a 12 por diferentes reclamos de trabajadores de la salud.
En diálogo con Radio Capilla, la doctora Helena Llinares, referente de Asociación Civil de Médicos Autoconvocados, precisó que tres puntos forman parte del reclamo: aumento salarial, incorporación de personal y que no haya contratos en negro ni a monotributistas cada tres meses.
“No tenemos un salario digno. En mi caso, con 20 años de antigüedad, mi salario básico es de 70 mil pesos. No cubrimos la canasta básica. En el caso de un empleado administrativo, el sueldo básico es de 40 mil pesos. También pedimos incorporación de recursos humanos ni tampoco que haya contratos en negro a monotributistas cada tres meses”, subrayó.
En la asamblea de hoy determinarán los pasos a seguir, pero en principio seguirían las asambleas la semana próxima y amenazan con un paro general para el día 16 de noviembre e incluso con renuncias masivas. “El 60 por ciento de quienes trabajamos en el Hospital Provincial de Río Tercero estamos dispuestos a renunciar”, apuntó.
GACETILLA DE PRENSA
El hospital convaleciente
La salud de la población está en riesgo.
Es grave la situación que atraviesa el Hospital Provincial de Río Tercero, y mucho más grave aún el riesgo en el que se encuentra la salud de la población, no solo de Río Tercero sino de toda la zona.
Según fuentes allegadas, el hospital es una estructura vacía de personal; son escasos los médicos contratados para la gran demanda de gente que concurre a toda hora por distintas dolencias, y algunas que requieren de suma urgencia.
El problema más grande es que hay solo uno o dos médicos por guardia (las cuales son de 24 horas), lo que no alcanzan a satisfacer las demandas de la gente que se amontonan por horas a la espera de ser atendidos.
Por otro lado, el problema también son las condiciones en las que se trabaja: escaso número de profesionales y jornadas extendidas, atendiendo en la más absoluta soledad y con sueldos bajísimos, que no son acordes a lo que se les debería pagar. Esta situación lleva a que cada vez sean más los médicos que renuncian, y esos cargos quedan sin cubrir.
Es cierto que el hospital tiene una gran infraestructura, y una mayor cantidad de camas que el viejo hospital; sin embargo muchas veces cuando la gente acude con alguna urgencia, el médico de guardia por la gran demanda de necesidad de atención médica que existe, no llega a atenderlos como merecen, ni en tiempo ni en forma. La salud de la población está en riesgo.





